Normalmente sale de su escondrijo cuando el tiempo es frío y húmedo. Se le puede ver pasear con mucha tranquilidad en los caminos, a veces se esconde bajo las piedras. Su longitud rara vez sobrepasa los 20 cm. Es muy fácil reconocerlas por el color de su piel, que es negra con manchas amarillas, la cual es utilizada como una señal de advertencia para evitar ser atacada por otros animales. Su piel contiene pequeñas cantidades de sustancias tóxicas que excreta por dos orificios situados en su espalda.
Estado de conservación: LC
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